Si el paciente, anteriormente, ha necesitado un tratamiento de periodoncia, es aconsejable que visite al odontólogo cada 4 o 6 meses.

Es un error esperar a que se produzca dolor o molestia para decidir visitar al dentista ya que en esta situación seguramente se tenga que intervenir con algún tratamiento correctivo.

El objetivo principal de las visitas preventivas es evitar el desarrollo de enfermedades periodontales aconsejando al paciente de mantener una correcta higiene bucal a través del cepillado dental después de la ingesta de comida, la utilización de la seda dental y el enjuague bucal como complementos necesarios para eliminar los restos de comida y bacterias que puedan permanecer en la boca.

Si no se establece una higiene dental diaria, las bacterias se sitúan entre la encía y el diente generando los primeros síntomas de la enfermedad periodontal como es la inflamación de la encía (gingivitis).

Si el problema no se controla a largo plazo, genera en una enfermedad periodontal irreversible y según las características de cada paciente se deberá realizar un tratamiento correctivo como puede ser el injerto de encía, para los pacientes que presentan una retracción de la misma o una regeneración ósea si existe la necesidad de reponer la masa ósea perdida.

Según el tipo de patología que ha sufrido el paciente, las visitas de control al dentista variarán de los 4 a los 6 meses. El especialista comprobará si los resultados del tratamiento de periodoncia han sido exitosos y que acciones preventivas deberá implementar a partir de ahora el paciente.

La detección precoz